En solo diez minutos se llevó $1600 a través del "cuento del tio". Actuó a cara descubierta y con mucha soltura.
El Sábado no fue un buen dia para algunos comerciantes de Fernández Oro. Un sujeto inventó una ágil maniobra y logró alzarce con un monto de 1600 pesos en lo que se ha denominado el ya famoso "cuento del tio".
El ardid de este personaje comenzó cerca del mediodia del Sábado cuando ingresó a la galeria que se ubica en la Avenida Roca, la más habitada comercialmente. Alli descendió de un taxi e ingresó a un kiosco del sector. Se dirigió a la empleada con mucha simpatia y caballerosidad diciendole que venia a cobrar $800 de una recarga de tarjetas de teléfonos que habia traido ayer al dueño del negocio a quien mencionó como que lo conocia de toda la vida. Acto seguido, la mujer pide hacer una llamada a su jefe lo que es impedido por el visitante quien le dice; "No gastés, lo llamo yo. Hola J...". Y asi, en menos de veinte segundos logró hacerle creer a la empleada que todo era cierto. Lógico, del otro lado de la linea no habia nadie y la mujer cayó en la trampa. Terminó dandole en manos la cifra solicitada. Acto seguido, el hombre desapareció raudamente con rumbo desconocido. Se pudo saber que el dueño,un vecino conocido de la localidad y una vez enterado del caso, no quiso realizar la denuncia. En la Unidad 26 se percataron de inmediato del caso y están buscando información de personas sospechosas. El hàbil ladrón no seria de la localidad pero habria conseguido datos precisos de quienes iban a ser sus víctimas.
También se supo que este mismo personaje pudo aprovecharse de la inocencia de otros dos comerciantes que le entregaron sumas menores que la anterior y que habia actuado con la misma metodologia que lo hizo en la galeria.
"El cuento del tio" no es muy común en Fernández Oro. La gente,demasiado sociable, todavia suele tener actitudes de confianza pueblerina. Y en tiempos de tanta inseguridad, deberá estar atenta con este tipo de artimañas que ya llegaron a la localidad.
El ardid de este personaje comenzó cerca del mediodia del Sábado cuando ingresó a la galeria que se ubica en la Avenida Roca, la más habitada comercialmente. Alli descendió de un taxi e ingresó a un kiosco del sector. Se dirigió a la empleada con mucha simpatia y caballerosidad diciendole que venia a cobrar $800 de una recarga de tarjetas de teléfonos que habia traido ayer al dueño del negocio a quien mencionó como que lo conocia de toda la vida. Acto seguido, la mujer pide hacer una llamada a su jefe lo que es impedido por el visitante quien le dice; "No gastés, lo llamo yo. Hola J...". Y asi, en menos de veinte segundos logró hacerle creer a la empleada que todo era cierto. Lógico, del otro lado de la linea no habia nadie y la mujer cayó en la trampa. Terminó dandole en manos la cifra solicitada. Acto seguido, el hombre desapareció raudamente con rumbo desconocido. Se pudo saber que el dueño,un vecino conocido de la localidad y una vez enterado del caso, no quiso realizar la denuncia. En la Unidad 26 se percataron de inmediato del caso y están buscando información de personas sospechosas. El hàbil ladrón no seria de la localidad pero habria conseguido datos precisos de quienes iban a ser sus víctimas.
También se supo que este mismo personaje pudo aprovecharse de la inocencia de otros dos comerciantes que le entregaron sumas menores que la anterior y que habia actuado con la misma metodologia que lo hizo en la galeria.
"El cuento del tio" no es muy común en Fernández Oro. La gente,demasiado sociable, todavia suele tener actitudes de confianza pueblerina. Y en tiempos de tanta inseguridad, deberá estar atenta con este tipo de artimañas que ya llegaron a la localidad.
