CIPOLLETTI / NEUQUÉN (AC/AN).- La bomba que estalló en la escuela de Policía en Cipolletti contenía pólvora en su interior y el armado fue muy similar al del artefacto que explotó en febrero en las oficinas de la empresa LAN Chile, en Neuquén.
Estos son algunos de los detalles del informe pericial que Gendarmería Nacional realizó sobre los restos hallados luego de la explosión que el martes 13 de julio mató al barrendero José Domingo Maciel en la ciudad rionegrina.
Ayer, el gobierno municipal ratificó que se presentará como querellante en la causa y que la semana que viene enviará formalmente el pedido a la Justicia. De ser aceptado, la municipalidad podrá tener acceso a la investigación y solicitar la realización de pericias.
En este sentido, trascendió que el abogado que patrocinará al gobierno cipoleño será Martín Segovia, quien ya cumplió esta función en otras causas que impulsó el intendente Alberto Weretilneck en resguardo de los intereses de la comuna.
En cuanto a las pericias que realizó Gendarmería y que fueron remitidas el lunes a la jueza Sonia Martín, a cargo de la investigación del atentado en Cipolletti, fuentes reservadas revelaron que el artefacto explosivo estaba compuesto de pólvora y probablemente de otras sustancias como trotyl, aunque esto no pudo ser comprobado en los laboratorios del organismo en Capital Federal.
No obstante, no se descartó su existencia ya que la policía rionegrina no brindó todos los elementos de prueba a Gendarmería para peritar, según aseguraron fuentes de la fuerza nacional.
Confiaron también que la estructura de la bomba era muy similar a la que detonó en la sede de LAN la madruga del 3 de febrero y que no produjo víctimas a pesar de la fuerte onda expansiva que generó y que alcazó casi los 20 metros.
Ambas contaban con pólvora, un iniciador, un reloj que hizo las veces de temporizador. Coincide también la franja horaria en la que concretó el estallido.
En cuanto a las diferencias, se supo que para el artefacto explosivo de LAN se utilizó como contenedor un matafuego de 1,5 kilos y la mezcla de sustancias incluyó trotyl.
En tanto la bomba que estalló en la escuela de Cadetes de Cipolletti se armó con una garrafa de 10 kilos y es por este motivo, suponen los expertos, que tuvo tanta potencia.
El informe de las pericias es el primer indicio cierto que recibe la Justicia a poco más de dos semanas del atentado que aún no tiene imputados y mucho menos detenidos.
La pista que cada vez toma mayor fuerza es la que relaciona la explosión con un grupo anarquista con actividades en Argentina y Chile, lo que pone en debate la cuestión de la jurisdicción.
Ya existe un planteo inhibitorio por parte de la Fiscalía General y un pedido de informes de la Justicia Federal con asiento en Roca, sobre lo actuado hasta el momento.
Los datos fueron enviados el 22 de julio por el juez provincial que inició las actuaciones, Gustavo Herrera, a Santiago Inchausti del fuero federal.
Fuente. R.N