por: Maese Trunki
- ¡Hola calandria!
-¡Hola zorzal! ¿Cómo anda el bichaje en el pastizal?
-Escarbando la yerbita entre las hojas.
-¡Hola oreja! ¿Cómo anda caracol?
-Mirando caer las hojas, haciendo torta frita.
-Calandria ¿no se dedica más a vender ropa?
-¡No mi amigo! Me llevaron tuitos los ponchos… al que le quedaba grande se lo llevó igual!
Y al que no le cabía también se lo calzó y muy pintones se creyeron en el nido los aludidos.
-Así dicen calandria… que mucho trina y poco hace canta el chorlito por ahí.
-Qué quiere que le diga zorzal. Algunos pajaritos envidean nuestro vuelo y nos quieren imitar pero el chorlito no gorjea como calandria… Y es más bien como el colibrí que pica que te pica en la flor de preferencia; pero cuando cambia el viento bien que cambia de flor!!!
Tampoco es como el hornero que de a poquito arma su rancho, es más bien como el tordo que se acomoda en el nido que otro hizo y de allí pía como pa´ cerse ver…
-Sí calandria como mi hermano el mirlo que engaña a quien lo escucha imitando el canto de otros pájaros y acusándolos de no hacer más que cantar.
-Es así zorzal… algunos chorlitos se creen cóndores
-…Y calandria… el cóndor será emblema de un país; pero a la larga… no es más que un gran buitre!
(Y el dialogo ornitológico de estas aves se vio interrumpido por los piedrazos de algún muchacho al que le molestó su cantar… y siguieron por ahí volando y piando a voluntad…)
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