martes, 17 de febrero de 2009

Editorial

Tengo la difícil tarea de escribir un editorial en las
circunstancias en las que comenzamos el año. Si
bien varios comentarios de la calle fueron que
Miguel estaba de mal humor cuando salió la
edición anterior de Enterar (por lo expuesto en su
editorial) la realidad indica que si terminamos
mal... comencemos peor. Y esto es indiferente a
mi estado de ánimo. Comenzamos un año con
conflictos frutícolas, con los empleados públicos
cobrando el aguinaldo con un mes de atraso y no
me vengan con el sofisma de que debe cobrarse
en Enero porque eso es mentira. Es un regalo de
Perón para aquellos trabajadores que habían
conservado su empleo por todo el año. Y
consistía en una sueldo extra para pasar las
fiestas de fin de año... poco quedó de eso ya que,
del vamos se paga en dos cuotas (medio
aguinaldo).
También podemos hacer mención a la excelente
administración que excluye de la atención del
IPROSS a las esposas de quienes aportan a esta
excelente obra social... y le agregan otra vueltita
burocrática a la inoperancia y la estúpida excusa
de pretender que quien tuviera otra mutual caería
en el uso de la que ofrece la provincia. ¡Por favor!
Admitamos que no saben cómo sostenerla.
Y en el pueblo? Todo mal. De primera... sin agua.
Todo lo que se diga, haga o argumente de la
nueva gestión o la saliente es nada. El agua no
llega. Los impuestos entre el 20 y el 400 % (será
por el lujo en que vivimos ¿no?) el asfalto
paralizado, por vacaciones o porque si no hay
gente las obras no se ven y esto es una vitud
heredada de la gestión anterior, a la que tanto
criticamos pero de la que tanto aprendimos. Y lo
peor es tener que remar el inicio de un nuevo año
con la lamentable pérdida de tres de nuestros
adolescentes de manera violenta, ya sea por
accidentes o por la brutalidad o la saña de algún
desgraciado. Esto es demoledor. Son las cosas
que realmente no nos gustan. Nos llenan de dolor
e impotencia. Queremos a nuestros jóvenes en la
escuela, en la plaza, jugando a la pelota,
escuchando música o molestando a los vecinos.
Pero no en el cementerio.
Y la revista... finalmente nos tomamos Enero y
volvimos, cumpliendo un rol de oposición si se
quiere pero para bien. Para señalar lo que no se
ve o lo que se puede hacer. Ahí está quien debe
responder si quiere ver y actuar u ofenderse por
ver mellada su divinidad. Eso sí: no pueden
acusarnos de no ser creativos ni de no ponerle
una cuotita de humor.
Miguel Angel Costantino

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