por: Maese Trunki
- ¡Hola calandria!
– ¡Hola zorzal! ¿Cómo anda el bichaje en el pastizal?
Escarbando la yerbita entre las hojas.
– ¡Hola oreja! ¿como anda caracol?
– Mirando caer las hojas, haciendo torta frita
– Calandria ¿ahora se dedica a vender ropa?
– ¡No mi amigo! estos son ponchos… al que le
quede bien que se lo ponga!
– ¿Y qué me cuenta del chaparrón mi amigo? Parece
que al final del cuento la laguna seguirá siendo
refresco de la hacienda... no estaba tan seca como
parecía!
– Iba siendo hora doña calandria que el toro se plante
de guampas y no se deje chicanear por el capataz. La
laguna ha sido siempre centro de reunión cual
pulpería de Fierro. Y tuitos los bichos e' la hacienda
solíamos llegarnos hasta allí pa' tratar nuestras
cuestiones. Cuestiones que atañen a todo el bichaje
electoral...
– No me se ponga filósofo Zorzal que un chaparrón no
es llovida.
– Eh! pero si el río suena, es que agua trae mi amiga...
y por estos lares suena a estruendo la correntada.
Parece que se enmulató el padrillo... y anduvo
corcovando sobre las tablas. No le calzó la montura
y si el gaucho no le tira del freno se pasa nomás a la
chacra de al láu...
– ¿Le parece que es pa' tanto? No va a ser tan ciego
como pa' no ver el alambrau!!
– Ni mostrándoseló fijesé que está empecináu en
galopiar pal' láu de su antojo!!! dice que el padrillo
es él y que dende ahura nadien le marca el paso...
– ¿Es verdad calandria que lo quieren alistar pa'
cuadredas de hipódromo?
– Y... fuera de la charca se comenta que con los
gauchos ya no quiere jugar al pato.
– Pero es deporte nacional!! hay que respetar la
tradición!!!
– Sí mi amigo... la tadición y las barajas. Es mejor si
están las cartas sobre la mesa...
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