En varias escuelas de Fernández Oro se llevó a cabo la promesa de
Lealtad a la bandera por parte de alumnos de 4to grado. En la N° 102 el
acto se llevó adelante en el Polideportivo "Otoño Uriarte" donde
prometieron la bandera tres aulas de chicos de 4to grado. Luego hubieron
más actividades que se centraron en el mismo lugar. Alli estuvo el
intendente Juan Oscar Reggioni quién asistió invitado, además, a otros
colegios de la localidad. Otras instituciones como la escuela 287, la
314 y la 137 en Isla 10, festejaron por anticipado el Dia de la Bandera y
fueron protagonistas de la promesa de sus alumnos.
La escuela Rural N° 40 también desarrolló un emotivo acto cerca del mediodía, con gran afluencia de padres que llegaron para presenciar el desarrollo del mismo.
Las estrofas del himno Nacional Argentino y la canción a "Mi Bandera", fue la introducción al sentido y grato momento que se vivió en esa escuela rural, a la que diariamente concurren chicos, en su gran mayoría, de escasos recursos y donde llegar a la misma, no es para nada fácil.
Toma de juramento
La Directora del establecimiento, Laura Sastre se dirigió a los alumnos presentes, a los que les tomó el Juramento de Lealtad. “Esta bandera blanca y celeste representa la patria de los argentinos. Ella es el símbolo constante de nuestra identidad y en sus colores están presentes los hechos históricos protagonizados por nuestro pueblo, que aún hoy siguen fortaleciéndonos como argentinos”.
“Honrarla es un acto de amor –prosiguió–. Al respetarla crece nuestra esperanza y podemos confiar en el futuro. Es necesario que nos preparemos desde la escuela para ser honestos ciudadanos, defendiendo nuestras tradiciones y estudiando la historia para no olvidar nuestra pasado, que nos marca el sentido del camino a seguir”.
“Alumnos y alumnas: ¿prometen que en cada pequeña tarea responsablemente asumida van quererla, respetarla y rendirle el homenaje que ella merece?”, preguntó Sastre, que recibió una firme y convincente respuesta de los chicos que no pudieron evitar hacer caer un par de lágrimas de la emoción.
Tras ello se produjo la participación de los chicos y el profesor de música, interpretando a viva voz, la canción de Alejandro Lerner "Mira hacia tu alrededor", tema que sirvió para darle el broche final a este significativo acto patriótico.
Noticias de Oro por Miguel Ángel Parra
La escuela Rural N° 40 también desarrolló un emotivo acto cerca del mediodía, con gran afluencia de padres que llegaron para presenciar el desarrollo del mismo.
Las estrofas del himno Nacional Argentino y la canción a "Mi Bandera", fue la introducción al sentido y grato momento que se vivió en esa escuela rural, a la que diariamente concurren chicos, en su gran mayoría, de escasos recursos y donde llegar a la misma, no es para nada fácil.
Toma de juramento
La Directora del establecimiento, Laura Sastre se dirigió a los alumnos presentes, a los que les tomó el Juramento de Lealtad. “Esta bandera blanca y celeste representa la patria de los argentinos. Ella es el símbolo constante de nuestra identidad y en sus colores están presentes los hechos históricos protagonizados por nuestro pueblo, que aún hoy siguen fortaleciéndonos como argentinos”.
“Honrarla es un acto de amor –prosiguió–. Al respetarla crece nuestra esperanza y podemos confiar en el futuro. Es necesario que nos preparemos desde la escuela para ser honestos ciudadanos, defendiendo nuestras tradiciones y estudiando la historia para no olvidar nuestra pasado, que nos marca el sentido del camino a seguir”.
“Alumnos y alumnas: ¿prometen que en cada pequeña tarea responsablemente asumida van quererla, respetarla y rendirle el homenaje que ella merece?”, preguntó Sastre, que recibió una firme y convincente respuesta de los chicos que no pudieron evitar hacer caer un par de lágrimas de la emoción.
Tras ello se produjo la participación de los chicos y el profesor de música, interpretando a viva voz, la canción de Alejandro Lerner "Mira hacia tu alrededor", tema que sirvió para darle el broche final a este significativo acto patriótico.
Noticias de Oro por Miguel Ángel Parra
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